viernes, 18 de noviembre de 2011

CAMPAÑA ELECTORAL

Fotografía de Fernando Urbina ( Colombia)


Mientras desde hace tiempo la vieja Europa se cae a pedazos los iluminados tecnólogos, los manipulados partidos  políticos y los pocos dueños de la mucha riqueza que hay en este planeta;han decidido esta vez mas salvajemente que nunca y a cara descubierta, matar o morir.

Este no es un blog  adecuado me dirán para poner esto, yo en cambio creo que si.

Considero que la mayor parte de los cambios pasan por los cambios en nosotros mismos, por eso y creyendo firmemente en un camino  de descreciminto radical sin paso atrás, hago uso de este artículo publicado en una revista Digital Argentina.

La devastación de nuestro hábitat, la pérdida inducida de nuestros valores innatos de cooperación y  una educación dirigida a repetir modelos sociales basados en las jerarquías indiscutibles, han promovido y promueven que nuestra visibilidad del mundo global sea tan pequeña como sus necesidades de poder lo impongan

Nuestros bien aprendidos hábitos de consumo y sus  consecuencias son su caballito de batalla,tanto que no dudamos en poner en riesgo ni nuestra salud física, ni nuestra salud emocional, en pos de conseguir montones de cosas inútiles para nuestra  corta e insignificante vida en "sociedad"

Este es solo un pequeño ejemplo de la codicia neoliberal, pero la lectura que debemos hacer o al menos la que humildemente hoy yo hago, es: ¿hasta cuando?

¿Hasta cuando nos seguirán vendiendo espejitos?

Por un consumo conciente, que genere no una alternativa sino una opción responsable de lo que cada una de nuestras acciones cotidianas suma en esta cuenta regresiva.

La mayoría de plantaciones e industrias contaminantes de grandes superficies de suelo en países del tercer mundo está al servicio del consumo del primero, este consumo sumado a la inmoralidad de poderes multinacionales y la usura de la industria financiera lo hicieron posible.

Tenemos el poder para cambiar la realidad

Marianella Ferrero

 

LA VIOLENCIA DEL AGRONEGOCIO


Ante el asesinato de Cristian Ferreyra 

El día 16 de Noviembre en el paraje San Antonio, Dpto. Copo fueron, alevosamente, acribillados integrantes del MOCASE Vía Campesina, perdiendo la vida uno de ellos. Mercenarios contratados por el terrateniente José Ciccioli (santafesino) se presentaron en el domicilio de la familia Ferreyra y dispararon indiscriminadamente contra los presentes, provocando la muerte de Cristian Ferreyra, de 23 años e hiriendo de gravedad a Darío Godoy, y golpeando a un tercero.
En la oportunidad se estaba organizando una reunión de la comunidad de base de San Antonio para presentar una denuncia en la Dirección de Bosques por el desmonte que estaba concretando en empresario Ciccioli.
Este último había adquirido un campo del empresario Emilio Luque (tucumano), con quien la comunidad ya tenía conflictos, que se agudizaron con el empresario Ciccioli.
La comunidad de San Antonio, localidad próxima a la ciudad de Monte Quemado, integrante de la Central Campesina Copo-Alberdi (CCCOPAL), y del pueblo indígena Lule-Vilela vienen resistiendo reiterados intentos de desalojos e innumerables denuncias penales.
Distintos empresarios que están acaparando grandes superficies de tierras, han contratado los servicios de ex policías, delincuentes profesionales a los fines de enfrentar a los pueblos originarios y organizaciones campesinas generando situaciones de extrema violencia, ante la inacción del gobierno provincial.


Cristian tenía 23 años, dos hijitos, una vida activa, militante, de la lucha por la vida campesina, del Mocase-VC, organización campesina del Movimiento Nacional Campesino Indígena (MNCI). Vivía en la comunidad de San Antonio, organizada en la COPAL, central campesina en Monte Quemado, en Santiago del Estero.
Región en la que las comunidades campesinas vienen siendo hostigadas por el agronegocio desde hace tiempo ya, agresiones que cuentan con el aval y apoyo de sectores de la justicia y el ejecutivo santiagueño.
Desde el MNCI venimos denunciando la gravedad dela situación: allanamientos clandestinos, ordenes dedetención a dirigentes campesinos, detenciones ilegales a referentes campesinos, destrucción de una radio FM, amenazas con armas de fuego a jóvenes, matones armados, ataques de infantería, y la lista sigue....

El mismo juez que está a cargo de la causa del asesinato de Cristian, es el juez que mantuvo preso más de una semana a uno de nosotros, Ricardo Cuellar, una detención ilegal que terminó cuando el Movimiento se movilizó hasta la comisaría, el juez se escapó del juzgado y ordenó a la policía que lo liberaran. Esa es la institucionalidad que rige en Santiago del Estero. Todos estos hechos han sido debidamente denunciados al Gobierno Provincial.

La violencia la impone el modelo del agronegocio. Los muertos, los heridos, los desalojados, son del campesinado. El Estado genera las condiciones favorables para que el poder del dinero imponga su lógica de destrucción y de muerte.

Estos modelos de producción están en disputa, y las argentinas y argentinos debemos comprender que uno significa vida y la otra muerte.
Uno significa trabajo digno y otro renta para unos pocos. Uno soberanía nacional y alimentaria.
El otro, reino de las transnacionales.

La reflexión es urgente, la unidad necesaria, no se trata de mirarnos desde las diferencias, se trata de poder debatir y luchar por la justicia social y los DDHH, permanentemente vulnerados por las corporaciones, las multinacionales, los agronegocios y sus lacayos locales.

En esa lucha andaba Cristian, poniendo toda su alma y su cuerpo. Desde hoy su alma nos acompaña, porque miles somos las y los que continuaremos


Cristian vive! La lucha sigue!
Somos tierra para alimentar a los pueblos!

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